https://marchaporlaciencia.cl/
Manifiesto
La ciencia no es ajena a la política. La marcha por la
ciencia, convocada para el 22 de Abril, tiene un inicio en Estados
Unidos, dada su situación actual donde el gobierno está aplicando nuevas
políticas anti-científicas, con el objetivo de restringir
el desarrollo de la investigación, la difusión de sus
descubrimientos e incluso ignorar o eliminar por completo la evidencia
científica a la hora de hacer políticas públicas. Esta marcha es un
llamado global para convencerse de la necesidad
colectiva de organizarse y actuar para defender la ciencia,
tanto a nivel global como por la crisis actual que atraviesa la ciencia
chilena.
En Chile vivimos un momento clave en la construcción de
nuestra historia científica. Hay más investigadores que en ningún
momento y este año se debe definir la forma que tomará un ministerio en
la materia. Esta discusión debe ser hacia los investigadores
y hacia la ciudadanía, pues todos vivimos rodeados de ciencia.
Aún así, la falta de políticas basadas en evidencias, el estancamiento
de los presupuestos en los últimos 10 años, la precariedad laboral de
investigadores y trabajadores e incluso
la ausencia de una definición colectiva de una estrategia para
desarrollo científico tecnológico del país, han sido las preocupaciones
de la comunidad científica desde el regreso a la democracia. Es por
esto que invitamos a los chilenos y chilenas
a participar de esta convocatoria, como lo han hecho en más de
300 ciudades del mundo. Es una oportunidad nacional de aunar fuerzas
entre los distintos actores relacionados con la investigación, dialogar y
organizarnos para hacer los cambios
profundos que nuestro país necesita.
La investigación como actividad humana, traspasa fronteras,
lenguas, culturas y sociedades, puesto que no importa el lugar donde se
haga, sus resultados entregan elementos de juicio a la hora de tomar
decisiones para vivir mejor y ayudan a expandir las
fronteras de la sabiduría colectiva. Esto sin duda contribuye a
la realización del ideal de una humanidad plena, mencionado en la
declaración universal de los Derechos Humanos, que se basa en generar
las condiciones que permitan a cada persona
gozar tanto de sus derechos sociales, culturales y económicos,
como también asegurar alcanzar derechos civiles, políticos y de libre
determinación. Es en este sentido, que creemos que se debe fortalecer la
generación, comunicación, circulación,
gestión y/o evaluación del conocimiento, apuntando siempre al
desarrollo humano integral y sustentable dentro de las sociedades, lo
que inevitablemente hace que la ciencia no esté ajena a la política. La
ciencia es política.
Muchos investigadores visualizamos la dificultad de actuar y
encauzar propuestas concretas, pues no son consideradas ni escuchadas
por los grupos de poder que hoy toman las decisiones en distintas
instancias del país. Esto ha dado como resultado un Estado
en que se ha dejado de lado la opinión de sus ciudadanos y ha
primado el criterio económico para la toma de decisiones. La política no
puede convertirse en un espacio de acción restringido para unos pocos
burócratas, sino que se debe abrir y
expandir hacia la ciudadanía en todas sus expertises. Esto
disminuye la posibilidad de que se instrumentalice tanto al Estado como
al tipo de desarrollo del país para el beneficio de unos pocos. Es por
esto que los investigadores hoy podemos
y debemos asumir la responsabilidad de participar activamente
en la política pública, no solo de la gestión de la investigación sino
de toda área que es objeto de estudio académico.
Primero, porque uno de los roles de la investigación es
entregar información importante para tomar decisiones y tiene elementos
que pueden ayudar a revelar los cantos de sirenas y engaños de un
sistema que ha disminuido los derechos sociales y la calidad
humana en nuestro país. Segundo, porque es la forma que
tenemos los investigadores de resguardar la autonomía para desarrollar,
difundir e intercambiar con la sociedad los nuevos avances y
descubrimientos del conocimiento. Por último porque
tenemos la responsabilidad con la sociedad, más allá de
cualquier beca u obligación legal, pues la investigación chilena debe
tener el fin de comprender mejor nuestro entorno y nación que nos
alberga y financia para que nuestro trabajo sea un
aporte sustancial al desarrollo humano, al entorno natural,
social, cultural, político y económico local y global.
Es por esto que el 22 de Abril, día de la Tierra, convocamos
todos los que creen que la investigación es clave para una
transformación cultural de la sociedad chilena, a sumarse a la
manifestación global por la defensa del conocimiento, apoyando el
fortalecimiento
de ella en todas las áreas del saber y abogando por una
participación multidisciplinar, multicultural y diversa a la hora de
pensar y crear un proyecto sociocultural de transformación de nuestro
país. Esto también debe ser considerado como un
llamado de atención para el gobierno, para que seamos
incorporados en las instancias de discusión, evaluación y decisión del
futuro de nuestro país de forma transparente y activa.
Tenemos la fuerza, las ideas y la convicción de que para
transformar el país es necesario el desarrollo del conocimiento, pues
aporta al pensamiento crítico y creativo, la ética de la
responsabilidad, la transparencia y el conocimiento contrastable, entre
otros valores de las prácticas científicas; Estos al
propagarse a escalas regionales y nacionales contribuyen a la
posibilidad de crear un país más transparente, generoso, solidario, con
justicia social y sustentable con el medio ambiente,
generando un desarrollo social, político, cultural,
ambiental y económico que sea en beneficio de las mayorías de Chile.
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